Más de un desprevenido que se atreva a mirar hoy en día la tabla de posiciones de la NBA y compruebe que Golden State Warriors ha ganado 10 de sus primeros 11 juegos disputados, podría suponer que está mirando una clasificación de temporadas pasadas. Quizás la del 2015/16 para ser exactos.
Seguramente, se frotará los ojos y se preguntará a sí mismo (y sin levantar la voz para que no lo tilden de despistados quienes lo rodean) ¿será verdad que estamos en noviembre del 2021.
Y antes de intentar obtener una respuesta, seguirá con sus interrogantes: ¿acaso ya volvió a jugar Klay Thompson? ¿O quizás regresó Kevin Durant? Ninguna de estas preguntas podrá tener un sí como respuesta.
Sin embargo, la primera de ellas, la original, la que planteaba la posibilidad de estar terminando el 2021, nos llevará a la respuesta positiva irremediablemente.
Los Warriors tienen el mejor récord de la NBA, solamente han perdido un solo juego (en tiempo extra y por apenas un triple de diferencia ante Memphis Grizzlies en su propia casa) y el común denominador dentro de la cancha con aquel equipo que logró llegar a las 73 victorias en la temporada mencionada, ha sido el dominio de Stephen Curry, el chef que sigue cocinando a sus rivales a fuerza de triples y tiros ganadores.
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La exuberancia de Curry se refleja claramente en sus estadísticas: promedia 27.2 puntos por juego (2º en la NBA), 5 triples (1º), 94.9% de efectividad en libres (7º), 6.5 asistencias (15º) en apenas 33.6 minutos (40º).
¿Acaso existe un jugador más dominante que él en este momento?
Si quieren una respuesta inmediata, podría terminar la nota aquí mismo. Pero mejor es argumentar las razones por las que se lo puede considerar como tal. Aquí vamos.
1- Su desequilibrio en el uno contra uno sigue siendo letal
Dejarlo pasar la mitad de la cancha con el balón en sus manos y dándole un metro de distancia puede ser suicida. El rango de tiro de Steph va más allá de lo imaginable. Hoy hasta lanzar desde el logo central puede parecer fácil si el balón está en sus manos.
Nadie mejor que él para lograr expandir que la defensa rival tenga que extenderse y así encontrar espacios para atacar el aro libremente. Ni tampoco hay nadie mejor para crear (y encestar con alto grado de eficacia) su propio tiro.
La marca individual sin ayuda, no es algo que logre detenerlo. Ni siquiera puede frenar su efectividad.
Me viene a la mente el partido inaugural de esta temporada en el Staples Center ante Los Angeles Lakers: aquella noche solo anotó 5 canastas de 21 intentos (2 de 8 en triples), pero terminó con 21 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias en lo que fue la primera victoria de la temporada.
“Jugué mal”, se animó a reconocer después del partido.
2- Su movilidad constante y lectura del juego provoca desequilibrio
¿Alguna vez vieron que Curry descanse en ofensiva? ¿Alguna vez lo vieron caminar la cancha? Seguramente no.
Desde el mismo momento que ocupa posiciones ofensivas, su movilidad es constante, con o sin la pelota en sus manos. Permanentemente está buscando el desequilibrio dejando su marca en las cortinas para tener el espacio libre y lanzar cómodo, algo que desgasta a sus marcadores, quienes tarde o temprano, terminan perdiéndolo.
Por otra parte, su lectura del juego es admirable porque son muy pocas las veces que lo vemos apurando tiros o tomando decisiones equivocadas. Generalmente encuentra la manera de crear tiros para sus compañeros utilizando su certeza como señuelo, o bien utilizando a sus compañeros para lograr el beneficio propio.
Y si los defensores pierden su marca, hay que atenerse a las consecuencias.
3- Capacidad de tiro a distancia o ataque al aro
Su versatilidad y habilidad con el balón le permiten tanto elegir un tiro a distancia como realizar un ataque al aro con el mismo grado de efectividad. Las defensas rivales lo saben, por eso es una obligación realizarle una doble marca.
Lejos de amedrentarse ante ella, Curry siempre mantiene su cabeza fría para resolver de la mejor manera: si le niegan el tiro de tres puntos, cortar hacia el aro será la opción a seguir. Y si en su camino hacia conseguir dos puntos se cierra también, queda la posibilidad de que los tiradores estén abiertos y los encuentre.
Ante semejante repertorio, a los entrenadores y jugadores rivales no les queda otra opción que escoger su propio veneno. En todo caso, rezar para falle más de lo que enceste.
4- Es un anotador diferente
Encontrar un anotador que no tenga un alto grado de egoísmo, parece ser una rareza en el mundo de la NBA. La historia lo demuestra claramente. Larry Bird prefería tomar tiros decisivos antes que pasar el balón, dado que confiaba más en sus habilidades y su trabajo que en el de los demás. Michael Jordan fue otro claro ejemplo igual que Kobe Bryant. Ni hablar de tiradores como Reggie Miller, Dirk Nowitzki, Kevin Durant, James Harden por citar a algunos.
Pero Steph es diferente. Siempre el equipo está por delante de su estadística. El triunfo vale más que una triple decena o una noche de más de 40 puntos. Aunque de todas maneras, si lo que necesita su equipo es su tiro, no rehuye al compromiso.
En cinco de los once juegos de la temporada, Curry anotó 25 puntos o más, con uno de ellos con 45 (en el triunfo 115-113 ante LA Clippers anotando dos triples en los últimos 2 minutos de juego) y otro de 50 (en la victoria ante Atlanta donde anotó 9 triples).
Y por si fuera poco, la estadística nos agrega que fue el máximo anotador de su equipo en 7 de sus 11 compromisos.
Se dice fácil, ¿verdad?
5- Su mentalidad ganadora
Nadie mejor que su propio entrenador, Steve Kerr, para que explique lo que significa Curry para su equipo.
"Cuando digo que Steph es competitivo en muchos niveles diferentes, eso es lo que quiero significar. Ni más ni menos. Encuentra formas de motivarse y no es falso. Es real. Quiere ganar un campeonato. Quiere vencer a los mejores equipos. Quiere que otros jugadores de la liga sepan que todavía tiene ese deseo.
“Va a asumir el desafío, ya sea LeBron o uno de los mejores jugadores de la liga, o un joven como Trae Young que está en ascenso y, tal vez, siguiendo los pasos de Steph. Todo eso influye y es una de las razones por las que es tan bueno como es. Va mucho más allá de la habilidad. Es el deseo competitivo y la fe en sí mismo de que puede seguir adelante con esa competitividad".
No más palabras, su señoría.
Conclusión
Cinco razones fueron esgrimidas en este análisis.
Cinco motivos ante los cuales, las dudas que pudieran surgir, quedan definitivamente de lado.
Con un equipo que muchos consideraban que podía ponerse peligroso a partir del regreso de Klay Thompson, Curry está llevándolo a la cima de la competencia.
Si bien existen muchos jugadores en la actual liga que son desequilibrantes, decisivos y talentosos, nadie debería sentirse temeroso de pensar que Stephen Curry es, en esta temporada, el jugador más decisivo, desequilibrante y dominante de la competencia.
Parafraseando a Charles Barkley, cierro esta nota “robándole” el título de un libro suyo.
Puedo estar equivocado, pero lo dudo.
Por Marcelo Bousquet | ESPN Digital