Manny Ramírez y su increíble paso por la pelota dominicana

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Manny Ramírez, Águilas Cibaeñas
Manny Ramírez, Águilas Cibaeñas

Si hay un pelotero que no dejó indiferente a nadie durante su carrera, ese fue el dominicano Manny Ramírez. Amado por unos, odiado por otros, el exjardinero de los Medias Rojas de Boston es sin dudas, uno de esos jugadores que marcó una época en el rey de los deportes, no solo en las Grandes Ligas sino también en la pelota de su tierra natal. Por esa razón, hoy haremos un repaso de lo que fue su transitar por la LIDOM.

Manny Ramírez y sus comienzos en el béisbol quisqueyano:

La primera aparición de Ramírez en el béisbol de su país, fue en la temporada 1991-1992. Allí disputó 9 compromisos, en los que alcanzó a tomar 23 turnos al bate y disparó 4 imparables para un bajo promedio de .174 puntos. No impulsó carreras y tampoco anotó ninguna.

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En su segundo ciclo en la LIDOM, las cosas cambiaron. Manny pudo demostrar su potencial en la campaña 1993-1994, conectando 31 hits en 131 intentos, entre ellos 1 cuadrangular, 9 dobletes y 4 triples. Además, impulsó 14 carreras y anotó 19. Su línea ofensiva fue de .237/.308/.389.

Para la zafra 1994-1995, sus números continuaron mejorando, ya que su promedio ascendió a .261, su OBP a .344 y su SLG a .373. En 134 turnos pegó 35 inatrapables, volvió a impulsar 14 carreras y a anotar 19. Agregó a su cuenta 1 jonrón, 6 dobles y 3 tripletes.

El regreso a la LIDOM:

Para volver a ver a Manny Ramírez en la Liga Dominicana hubo que esperar muchos años, concretamente hasta el torneo 2012-2013. Para ese momento, ya Man-Ram había terminado su carrera en las Grandes Ligas, pero seguía siendo un pelotero de respeto para cualquier lanzador que tuviera que enfrentarlo.

En esta edición, dejó claro por qué fue un bateador colosal en la Gran Carpa. Disparó 29 hits en 99 turnos, de los cuales 4 abandonaron el parque y 2 lo llevaron hasta la segunda base. Empujó un total de 16 rayitas y anotó otras 14. Su línea ofensiva mejoró a .293/.360/.434.

Se despidió a lo grande:

El último año del oriundo de Santo Domingo en el béisbol dominicano fue en la temporada 2014-2015. Allí se despidió a lo grande de su gente, bateando por primera vez sobre 300 en la pelota que lo vio nacer. Exactamente, fueron .313 puntos los que coleccionó con el madero, al conectar 46 veces para llegar a base en 147 turnos. También agregó 6 bambinazos y 11 dobletes a su cuenta, así como 28 carreras impulsadas y 22 anotadas.

Aunque no pudo ser campeón con las Águilas Cibaeñas, nadie puede negar que el paso de Manny Ramírez por la LIDOM fue increíble, demostrando que más allá de cualquier cosa, fue uno de los mejores jugadores de su tiempo y de la historia de República Dominicana.

Por Carlos Guerrero / Con Las Bases Llenas 

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