Vladimir Guerrero es sinónimo de gran bateo, buena defensa y un brazo poderoso. Muchos recuerdan su gran transitar por el béisbol de las Grandes Ligas, donde consiguió incluso ingresar al Salón de la Fama debido a su excelente carrera. Sin embargo, pocos tienen una memoria lo suficientemente buena para recordar su paso por la pelota dominicana en la cual aunque jugó poco, también dejó tintes de su increíble talento.
Vladimir Guerrero y su primera etapa en la LIDOM:
El jardinero derecho nacido en Nizao participó en 5 ediciones del campeonato dominicano, vistiendo en 3 ocasiones el uniforme de las Estrellas Orientales y en 2 el de los Tigres del Licey.
La primera aparición de Guerrero en el circuito profesional de su patria fue en la campaña 1995-1996, en la cual dejó un excelente promedio de bateo de .308, con 12 imparables en 39 turnos.
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En su segundo ciclo con los Elefantes (1996-1997), Vladimir volvió a destacar con 17 hits en 66 oportunidades, entre los cuales se cuentan 2 jonrones y 2 dobletes, además de 9 carreras impulsadas y 8 anotadas.
Después de esto, no volvería a la LIDOM hasta la zafra 2001-2002, última en la que vestiría el uniforme verde. Allí puso average de .310, conectando 9 inatrapables en 29 turnos; 1 de ellos fue un cuadrangular.
Su regreso a Dominicana con los Tigres del Licey:
Después de un par de torneos sin jugar en República Dominicana, Vladimir Guerrero volvió para colocarse el uniforme de uno de los equipos más emblemáticos del país: los Tigres del Licey. Con la casaca azul, solo participó en 4 encuentros de aquella temporada regular, pero su accionar fue tan fugaz como productivo. Su promedio fue de .400 puntos, con 6 hits en 15 turnos, 1 doblete y 3 rayitas anotadas.
Finalmente, no fue sino hasta la campaña 2012-2013 que Vlady padre se volvió a uniformar con El Glorioso para despedirse de los diamantes. Allí, su capacidad ofensiva se notaba mermada por la edad y eso se vio reflejado en su bajo promedio de bateo de .188. Fue la única vez que el guardabosques bateó por debajo de 200 puntos y una de las 2 que bateó menos de 300 en la la pelota quisqueyana.
Por Carlos Guerrero / Con Las Bases Llenas